El primero de sus tres prototipos, el XB-29, voló el 21 de septiembre de 1942 y en tan sólo 20 meses el ES-29 se encontraba realizando su primera misión operativa, todo un récord en aquella época para un avión de sus características. Una vez completado su diseño y puesta en marcha su producción en serie, se construyeron nuevas plantas de fabricación y se creó la que llegó a ser la mayor red del mundo de subcontratas para proporcionar los materiales y equipos necesarios, así como un gigantesco programa de entrenamiento militar. La producción en serie del Superfortress se realizó en cuatro plantas: Boeing-Wichita (B-29-BW), Boeing-Renton (B-29A-BN), Martin-Omaha (B-29-MO) y Bell-Marietta (B-29-BA y B-29B-BA). Externamente no existían diferencias visibles entre los B-29 construidos por Boeing-Wichita, Martin y Bell con los B-29, construidos por Boeing-Renton; sin embargo y debido al diferente proceso de fabricación y ensamblaje de las alas con el fuselaje, estos últimos tenían un pie más de envergadura, diferencia que por sí sola justificaba una nueva designación: B-29A.
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