El hecho de haberse mantenido en activo durante décadas y de ser un veterano de guerras como la de Vietnam, la Guerra de los Seis Días o la primera Guerra del Golfo, dice mucho sobre la fiabilidad del F-4. Desde siempre el Phantom ha sido, junto al P-51 Mustang, uno de mis aviones favoritos. Todos los maquetistas tenemos ciertas preferencias y esto genera que en nuestras vitrinas y estanterías puedan verse diferentes reproducciones de un mismo avión. En mi caso y tratándose del F-4, esto es un hecho. Afortunadamente, en el mercado actual podemos encontrar decenas de kits del Phantom a diferentes escalas y de gran calidad, como las maquetas que ofrece Hasegawa a 1/72 y 1/48, o el modelo objeto de este articulo, el F-4J de Tamiya a escala 1/32. Cualquier piropo, por así decirlo, hacia esta maqueta, se queda corto en mi humilde opinión, pues casi roza la perfección, y eso que soy de los que piensan que. por muy bien que trabaje un fabricante, la maqueta perfecta no existe. Lo primero que me llamó la atención fue que el fuselaje viene reproducido en una sola pieza, y es que en los años que llevo como maquetista nunca había visto cosa semejante. Esto nos ahorrará el tener que pegar las dos mitades del fuselaje, como suele ser costumbre, evitándonos el trabajo de enmasillar y lijar esa incomoda unión. De todos modos, paso a explicaros el desarrollo del montaje.
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